Balmain a precios de low cost

Después de unos poquitos meses sin publicar en el blog, vuelvo para contaros que a partir del 5 de noviembre se pone a la venta la colección que el diseñador Olivier Rousteing, de Balmain, ha hecho para H&M.

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Unos diseños de alta costura a precios low cost. Apunta maneras. Estamos hablando de vestidos que su precio rondarían los 3.000 euros y estarán a 500. Pero también hay prendas desde 50 euros. Es una colección de 44 de mujer y 31 para hombre, más complementos. Con vestidos joya minis, pantalones, americanas, cazadoras, camisetas y un accesorio muy especial: botas altas, altísimas, pues llegan hasta casi la ingle.

Estas combinaciones de diseñador e industria está siendo muy reclamada por los diseñadores para salir adelante. Ya me lo dijo el diseñador Ulises Mérida en una entrevista que hice para ABC.es. Estaba encantado y necesitado de que le surgiera a él también una propuesta como las que yan realizado Juanjo Oliva para el Corte Inglés, Elogi; Nicolas Baudelaire para Truco, Jorge Vázquez para Síntesis. Ellos ponen las ideas y el diseño, y la industria poner la infraestructura.

Ayer fue su puesta de largo en Nueva York de estas prendas, con dos modelos que últimamente dan mucho que hablar Gigi Hadid, el nuevo ángel de Victoria's Secret, y Kendal Jenner.

Pasarela de alta costura por las calles de Madrid

El barrio de Salamanca, el que alberga las mejores tiendas, las más prestigiosas, las más caras... hoy ha albergado una mini Fashion Week Madrid.

Fotografías: DyD Fotógrafos

Diseñadores de muy reconocido prestigio y otros que sus nombres ya no son para nada desconocidos, mostraron sus colecciones a pie de calle. Un mercadillo de alto lujo.

Sesenta puestos en las aceras de la calle Ortega y Gasset y veinte metros de pasarela, de alfombra roja (un poco improvisada, que puso a más de una modelo en alguna apretura y al borde de los videos virales por la caída), además de puestos de comida, música en directo y muchos curisosos, transformaron por unas horas la Milla de Oro en un Ifema alternativo.

La verdad que resultaba chocante ver a Ion Fiz mostrando su colección, esas prendas tan maravillosas que puedes ver en su atellier, en un puesto callejero. El diseñador, además, estuvo desde primera hora a pie del cañón, al igual que muchos otros: Esther Noriega, David Catalán, Natalia Rivera, Leyre Valiente....

Distrito 1, que así se llama la organizadora, ha puesto en marcha realmente una curiosa, atractiva y cuando menos muy original iniciativa que hay que alabar, aunque, como nunca llueva a gusto de todos, los vecinos de la zona pusieron el grito en el cielo y las quejas en el Ayuntamiento desde que se iniciaron los preparativos. Hay quejas para todos los gustos.

En la Fashion Week Madrid he oído muchas veces a periodistas y visitantes que, en la siguiente edición, la organización podía innovar, utilizar otros lugares emblemáticos de la ciudad para albergar un desfile. Y es verdad, Madrid tiene sitios maravillosos donde se podría albergar pasarelas, aunque creo que no serían tan cómodas como las que se realizan en Ifema. Bueno, pues aquí está el primer paso.
Cuatro desfiles compusieron el elenco de moda: Leyre Valiente, con su sofisticación de siempre; Pol, con una colección muy completa, donde algunas prendas arrancaron aplausos del público congregado en la calle Ortega y Gasset; Ke Fisherman, con las rejillas que ya la hicieran famosa, y un desfile final de la escuela de diseño, coorganizadora también del evento.
Y por la tarde, la música en directo y la bajada unos grados de las temperaturas, hicieron las delicias de los paseantes. Allende, Cristina y La Unión compusieron el cartel musical.
Esperaremos a la siguiente edición para seguir puliendo detalles, pero también para seguir disfrutando de esta iniciativa.

El mono: la prenda más versátil

Puedes presentar el programa de Masterchef (como Eva González), puedes acudir a la inauguración de una exposición en la Biblioteca Nacional (como la Reina Letizia), puedes salir de cena, de fiesta, ir a trabajar... con un mono.

Eva González, con un mono de French Connection

Es la prenda que este primavera-verano no puede faltar. Considérala la alternativa ideal para ser original, elegante y no quedarte estancada en un estilismo muy clásico.

Mono de Mango, de cuello halter, por 59,99 euros

¿Y por qué vuelve el mono con esta fuerza? Aunque su presencia se ha ido haciendo cada vez mayor desde hace tres o cuatro años, es en esta primavera-verano cuando volverá a triunfar como ya lo hiciera en los años 70 y 80, y este año, ese estilo sesentero lo impregna todo.

La Reina Letizia, con un mono de Mango con cremallera, 49,95 euros

La Reina Letizia lo puso hace escasas semanas de más actualidad al lucir, durante la inauguración de la exposición de Santa Teresa de Jesús en la Biblioteca Nacional, un mono de color azulón con cremallera de Mango (49,95 euros). Un acierto, una vez más, aunque algunos se llevaran la manos a la cabeza porque la Reina vistiera una prenda "low cost".

La lista de opciones para esta prenda es enorme, por la variedad de tejidos en los que lo podemos encontrar y las formas: cortos o largos, de invierno o de verano, de vestir o de sport, con diferentes escotes delanteros o traseros. Combinaciones que nos dan looks perfectos de día o de noche.

Mono denim de Suiteblanco, 32,95

Mono de Mango, looks nocturno, 39,99

Si queremos que el mono imprima elegancia, hablaremos de un mono largo, con zapatos de tacón, especialmente abiertos, y los complementos adecuados. Pero también puedes lucirte con los que marcan tendencia esta temporada, los que tienen el pantalón capri (anchos y de pata ancha). A los que deben añadir que tengan cuello halter (el que va anudado al cuello, con los hombros al aire) o un amplio escote a la espalda.

Mono de pantalón capri de Miguel Palacio

Detalle del escote trasero de un mono de Blanco 39,99

Los grandes diseñadores ya apostaron por esta prenda cuando hicieron la presentación de sus colecciones. Juan Duyos presentó en la pasarela de la Fashion Week Madrid para la temporada primavera-verano 2015 un mono azul de color eléctrico que tiene que servir de base a la hora de la elección de esta pieza.

Duyos presentó, con las bailarinas del Ballet Nacional este mono,
en la Fashion Week Madrid

Pero sin llegar a este tipo de alta costura, o, como se dice ahora, sin llegar al prêt-à-porter de lujo, nos encontramos que cualquier firma "low cost" incluye monos entre sus propuestas: Zara, Mango, Suiteblanco, Uterqüe.

Mono corto de Mango, 29,99

Mono de Zara, con espalda totalmente al descubierto

El mono corto, salvo excepciones, es más adecuado para la época más veraniega o playera; lo mismo que sucede con los estampados. Los de pantalón corto se combinan este año con unas sandalias romanas, y hace un outfit casual perfecto.

Mono estampado corto de Zara, con escote un poco pronunciado a la espalda y cerrado por delante

Devota y Lomba presentó la colección con las sandalias estilo romano en la MBFWM

Mercadillos en Madrid: el Nomada Market

Durante este fin de semana se está celebrando en el Ático de Chamartín, la estación madrileña de trenes, el Nomada Market, un mercadillo que reúne a aquellos pequeños emprendedores que, la mayoría de las veces, no tienen tienda física y casi toda su actividad la desarrollan por internet.
En estos diez años que lleva en funcionamiento se ha hecho con una buena clientela. El sábado, cuando la visité, estaba bastante repleta de público y algún que otro perro. Sí, perro, se les permite la entrada. Es más, hay un puesto que vende correas y cosas curiosas para las mascotas.

Un falso cartel para hacerte una foto te da la bienvenida al mercadillo

En sus 188 puestos que la forman, la variedad de género no es demasiado amplia, a mi gusto: podría decir que casi un 80 por ciento de los puestos son de bisutería, pero con cosas muy bonitas y originales. También hay algo de alimentación, ropa, bolsos, zapatos, complementos... No es el mercadillo que más me gusta, pero merece la pena visitarlo. Eso sí solo puedes acercarte hoy domingo 12 de abril (lleva desde el viernes abierto). Date una vuelta si tienes ocasión.

La nave principal

Si buscas regalos originales, aquí puedes tener suerte

A la entrada hay una pequeñita zona de talleres infantiles, donde los niños pueden pintar, hacer manualidades...

Rincón de actividades para los más pequeños

El bikini: de enemigo a rey del baño

No lo tuvo fácil el bikini. Era de prever que una prenda tan "provocadora" no tuviera un comienzo sencillo en el mundo de la moda; y menos en España, donde la censura seguía midiendo el largo de la falda.

Fotos del Archivo de ABC 

Exposición llevada a cabo en 1984 con ropa de baño del momento
y la utilizaba cien años antes, 1884

Remontémonos a los comienzos del bikini: año 1946, el revolucionario diseñador francés Louis Rèard quiere enseñar al mundo esa prenda de baño tan minúscula que deja al descubierto la anatomía de la mujer.

La "stripper" Micheline Barnardini luce el primer bikini

Pero Europa no estaba  preparada. Escándalo. El modisto no fue capaz de encontrar una sola modelo que quisiera desfilar con el novedoso y, por entonces, inconcebible atuendo. Así que fue una “stripper” del Casino de París, Micheline Barnardini, la que lo lució por primera vez, y también de la que surgió el nombre. A principios del verano del 46, Estados Unidos había hecho una nueva prueba de la bomba atómica en un atolón del Pacífico llamado Bikini. Ella, al probarse el modelo, comentó a Rèard: "Esto va a ser más explosivo que la bomba de Bikini".

En esos principios de los años 50, en Europa, el bañador estaba disfrutando de su edad dorada, pues actrices como Esther Williams, Grace Kelly o Gina Lollobrigida posaban ya con total naturalidad con ellos. 

Grace Kelly en la película de "Atrapa a un ladrón", 1955

En España estábamos por aquel entonces intentando imitar los gustos del resto de las europeas: ser delgadas, atléticas, ir a la playa y estar morenas. Los boleros, como el "Bésame mucho" de Lucho Gatica (1953), y las zarzuelas empezaron a ser sustituidas por mambo, chachachá, y bugui, que hacían furor en los guateques. La Iglesia puso el grito en el cielo. Había que crear la moda de acuerdo con su doctrina. Nada de manga corta; las faldas tenían que llevarse largas, al igual que las medias, aunque hiciera 40 grados a la sombra, medias para no provocar; la ropa interior tenía que llevarse blanca y el pelo recogido. Nada de maquillaje, y si se optaba por él, un brochacito discreto. Menos común era hacerse la permanente, de la que llegaron a asegurar que provocaba meningitis.

Cuando se lució el primer bikini, ya no estábamos en España
como en esta fotografía, que es un desfile de moda baño del
 año 1932, pero 14 años después no se había avanzado demasiado
en cuestión de baño en este país

Con este panorama, lo de bañarse en la playa se convertía en punto y aparte. Tras una lucha sin éxito para convencer a los españolitos de a pie que lo de sumergirse en el agua marina era malísimo, tuvieron por lo menos que poner unas normas para los baños: mientras que no se estuviera en el agua había que estar con albornoz, inclusive cuando se tomaba el sol. Pero el español pícaro tenía también remedio para eso: nace la figura del "avisador" que cuando veía que se acercaban las fuerzas del orden, decía: "¡Que viene la moral!" Y el que estuviera sin cubrir se zambullía rápidamente en el agua.

Pero la censura no pudo parar la avalancha que se les venía encima y fue levantando la mano pese a que aún en las películas que venían de Hollywood seguían convirtiéndose en bañadores de una pieza los binikis que lucían las actrices, todo a golpe de tosco pincel. La primera película española donde apareció un bikini fue “Bahía de Palma”, que data del año 1962. Pero fue exactamente diez años antes cuando el bikini se permite en nuestras costas.

Primeros bikinis, año 1950, muy hollywoodienses

El detonante llegó desde el otro lado del Atlántico con la aparición en la pantalla de Ursula Andress, acompañando al Agente 007, con un bikini adornado de un cinturón (1962). Las españolas querían empezar a lucir sus cuerpos bien alimentados, olvidadas ya desde hace años las estrecheces de la dieta de postguerra.

Ursula Andress, en la película
 "James Bond contra el doctor No", 1962

Elemento esencial para la implantación de la prenda en nuestro enorme litoral fue el boom del turismo, que llenó las playas de las famosas “suecas”, un genérico con el que se denominaba a todas las visitantes extranjeras, que escandalizaban a la parte más conservadora de la sociedad, pero que rápidamente fueron imitadas por las españolas. El estereotipo fue reflejado en el cine, que llegó a fraguar un género, el “landismo” (tomado del actor Alfredo Landa), que glosó visualmente el impacto que causaban las “suecas” y su atuendo. Flamenco, sangría, toros y paella, a golpe del lema “Spain is different”, se pusieron tan de moda en Europa que nuestro país comenzó a convertirse en una potencia turística. España ponía el sol, ellas, los bikinis.

Modelo de bikini de 1972

Los más moralistas del lugar insultaban y pegaban a las extranjeras por ponérselo y, en su defecto, lo hacían las fuerzas de orden, que metían una noche en el calabozo a quien fuera tan osada de lucir una prenda tan “pecaminosa”.

Modelo de los años 70, donde los aros, los lazos y las bragas muy anchas eran la nota más
destacada. Después fue bajando la altura de la braga por debajo del ombligo

Fue un joven de 29 años, el alcalde de Benidorm, Pedro Zaragoza, quien como gran visionario, permitió el uso del bikini en su ciudad. A raíz de esta medida, el arzobispo de Valencia quiso excomulgarlo. Ante tal situación, Zaragoza cogió su vespa y tras toda una noche de camino, se presentó en el Pardo para ver al general. A Franco le cayó en gracia ese muchacho tan impulsivo y le concedió el permiso. Desde entonces les unió una gran amistad, veraneando la familia Franco  en la casa de los Zaragoza algunos años.

Gracias a Pedro Zaragoza pudimos dejar a un lado el bañador con faldita.

FOTOGRAFÍAS QUE MUESTRAN LA EVOLUCIÓN DEL BIKINI

En los años 60, el sujetador se diseñada con las costuras de forma
muy puntiaguda, con las costuras muy marcadas, como en este modelo de 1968

En los 70 las tiras de los bikinis se adelgazan y
 las bragas se hacen cada vez más finas

Modelo de Loewe del verano de 1970

En los 80, el bikini vuelve a sus orígenes, muy seductor. En este modelo de 1987,
 la braga es mínima, sin llegar a ser tanga, y la parte superior se hace para poder llevarlo palabra de
honor, es decir, para que los tirantes no dejen huella en el cuerpo

1995: el bikini tanga se hace un hueco en nuestras costas, aunque ese tipo
de prendas de baño no se hizo fuerte en todo nuestro litoral. Fue más bien en
las costas canarias donde tuvo más aceptación, influencias por Brasil, donde fue todo un éxito

2013: Benidorm sigue siendo lugar donde lucir cuerpo, especialmente
con un bikini de corte brasileño como el de la imagen