Aristocrazy

Emiliano Suárez, diseñador de Aristocrazy, en el Kissing Room

    Si de brillar hablamos, nada como las alas de águila en plata dorada que la firma Aristocrazy hizo volar sobre la pasarela. Un gran espectáculo. Toda la colección del joyero Emiliano Suárez fue deslumbrante. De eso se trata en la Fashion Week Madrid de deslumbrar antes de que se apaguen los focos.

Fotos: Ángel de Antonio

Devota & Lomba

Ignacio Gil

Modesto lomba, junto a uno
 de sus diseños

Modesto Lomba, quinto en ser juzgado por los mil ojos de Madrid, no decepcionó. Su primera colección tras la inyección de dinero del grupo Kangaros  fue elegante, sobria y majestuosa a la vez. Bajo el título "Midwine men", hubo muchas capelinas y capas. Pero de donde uno no podía retirar la vista era de esos vestidos vaporosos, con el talle alto y con cierto aire retro. No faltaron los monos, color crema especialmente, y con un XXL de ancho de pierna.

Fotos: Ángel de Antonio

Juan Duyos

Juan Duyos, en el backstage

Quien cumplía un aniversario redondo sobre las pasarelas era el madrileño Juan Duyos: quince primaveras a celebrar, y lo hizo con una coleción titulada "Número 15", con quince mantones de Manila -descubiertos en un mercadillo de Zaragoza- en forma de vestido de quitarse el sombrero. Una vuelta a lo vintage que el diseñador siempre deja patente en sus colecciones, realizadas, según él, con la mirada en el pasado y otro en el futuro. Cómo consigue Duyos transmitir esa idea: a través de siluetas fluidas y otras más concretas, de texturas como la paillette braseada, la piel trabajada, el tul, la pluma de avestruz y el crèpe de seda, en tono sobre tono o multicolores. Sus abrigos no dejaron a nadie indiferente.

Fotos: Ángel de Antonio

Roberto López Etxebarría

El diseñador vasco acompañado de sus modelos

     La vuelta al patronaje más artesanal llegó a la Fashion Week Madrid de la mano del diseñador vasco Roberto López Etxebarría. En este cuarto desfile del día, el protagonista fue el hombre. Aunque salieron a escena mujeres, no está creada esta colección en particular para ellas, según Extebarría, sino que "es ropa masculina que utiliza la mujer". La sorpresa la dio cuando, con los primeros compases de la música que hizo sonar, aparecieron los que creemos serán el abuelo paterno y materno del modisto luciendo sus out fit. Etxebarría se lo puede permitir, pues, según confesó en el backstage, antes de salir a desfilar su colección ya estaba vendida en París y la Toscana. Etxebarría se ha convertido en una máquina de vender.

Fotos: Ángel de Antonio

Miguel Palacio

Miguel Palacio sonríe tras el éxito

   Ha pasado mucho tiempo desde que los diseños de Miguel Palacio recorrieran la pasarela Cibeles por primera vez, veintitrés años, aunque en aquella ocasión estuviera acompañado por el que durante muchos años formaba parte de su firma, Fernando Lemoniez. Ahora lo hace para Hoss Intropia, herramienta de excepción para la venta de esos magníficos vestidos -su estandarte, largos y cortos- en seda, material que este año destaca, en crepe de chine o georgette. Las piezas incluyen bordados en formas geometrías -un salto a los años 70-, pailletes, hilos de seda y piedras. Ganan protagonismo los cuellos y hombros. Aunque nadie quiso olvidar el negro como color principal en sus colecciones, el bilbaíno dio unas pinceladas de morado, verde pino, cayena, tonalidades que aparecen tanto en la noche como en el día, combinadas con los estampados. De la obra de Miguel Palacio, algo que seguro se verá  en la calle será el complemento que lucieron las modelos: turbantes de pieles. Así, además de cómoda, con unos vestidos sueltos de cintura y pronunciados en el escote, Miguel Palacio quiere que la mujer vaya calentita.

Fotos: Ángel de Antonio

Roberto Verino

Roberto Verino junto a su modelo principal

     Pero no fue Arzuaga quien brilló con luz propia en esta primera edición. Algunos lucieron, como Roberto Verino, por su puesta en escena. Ver desfilar por Madrid a Audrey Hepburn nunca desagrada, y el modisto gallego lo sabe. Sabe que su firma se asocia a esa elegancia femenina que transmitían los iconos del cine de los años 50 y 60, en películas como "Desayuno con diamantes". La banda sonora se pudo disfrutar mientras la modelo, a lo Holly Golightly, caminaba por la pasarela intentando no perder el cigarro y dominar al perro, que encandiló al público. Ya ha llovido desde que ese glamour causara sensación, ahora queda avanzar hacia algo más.

Fotos: Ángel de Antonio

Amaya Arzuaga

Amaya saluda al final del desfile

     Fue la burgalesa Amaya Arzuaga la encargada de abrir el desfile, una responsabilidad y un poco de sinsabor, porque no suele ser el más reclamado por el famoseo en el front row, como así fue. Pero Amaya desplegó su franela, su cashmere, su cuero y su neopreno (tejido de la próxima temporada), con mucho volumen y movimiento -aunque no demasiado color, del azul titánico y del negro casi no pasó- para gustar a sus incondicionales.

Fotos: Ángel de Antonio